15.4.13

valparaíso sentimental


Unos pocos buenos días entre Valparaíso y Viña del Mar me permiten retomar la escritura. Cambiar de aires suele ser tremendamente inspirador. La naturaleza y las personas también lo son.
Agarré mi bolso, puse tres cosas dentro y partí a la inauguración de la exposición Objetual, exhibición que da inicio a un largo programa de actividades inscrito en un proyecto mayor, llamado Sentimental. No pude resistirme, aquello que rodea la sentimentalidad me cautiva. Será la melancolía que en esa palabra navega…o será que Valparaíso parece ser sentimental o seré yo, que de melancolía vivo ahora mismo.


El caso es que, Sentimental es el primer proyecto de la programación dirigida por Justo Pastor Mellado al frente del Parque Cultural de Valparaíso. Sentimental dicen, tiene como propósito representar la sentimentalidad porteña. Este Parque se encuentra ubicado en el cerro cárcel de la ciudad, un lugar cargado de historia al tratarse de un ex recinto penitenciario. El lugar impone y no solo por su arquitectura. Los guardias de seguridad relatan como cada noche son visitados por espíritus y los mitos ya comienzan a multiplicarse. Ser cárcel en Valparaíso no debe haber sido fácil. Como tampoco será sencillo dirigir este Parque Cultural.
Desde lo sentimental, escribiré estas líneas.

Sentimental I: la exposición Objetual, estaba compuesta solo por artistas locales quienes bajo un proceso de curatoría/tutoría desarrollaron una pieza ex profeso para esta muestra. Los artistas del puerto se reconocen al instante, son de la vieja ola, adherentes a técnicas artísticas mas clásicas y populares, y pareciera que trabajan desde las tripas. La tutoría fue fundamental para lograr mostrar piezas acorde al espacio contemporáneo-institucional que las alberga.
De ellas rescato el vídeo de Pedro Sepúlveda. En el, se mostraba como el artista intentaba subir en bicicleta uno de los sectores más empinados de un cerro de Valparaíso. Para quienes o conozcan la ciudad, solo decirles que esto es una tarea de locos. La acción pensé, alude al deseo, al esfuerzo, y a la frustración pudiendo leerse en clave irónica, como señas propias del artista porteño. El cuerpo del artista entusiasta al servicio de una acción que representa un imposible, pero que se intenta y no se logra a pesar del tremendo esfuerzo que supone…

Sentimental II: Que bueno resulta encontrarme con mis colegas de siempre en el puerto de siempre. Cordero y Rodrigo me llevaron a visitar Vicente Vargas Estudio. No diré demasiado solo que, estaré atenta de lo que en esa bella casona suceda los próximos meses. Iniciativas provenientes de personas o colectivos artísticos son sin duda lo más interesante que he visto en mis pocos días en Chile. La institucionalidad huele a gallinero revuelto donde parece ser más complicado trabajar una línea sólida y consistente que verse inmerso en un mar de egos y políticas culturales muchas, desperfiladas. En este estudio conversamos durante un buen rato con Carolina acerca del arte en Chile y “la cosa se esta moviendo”, falta por hacer, pero se está haciendo y voy encontrando agentes que por amor al arte están trabajando por la profesionalización del medio.

Sentimental III: Los niños estaban felices, mientras tú les servías completos italianos a la hora de comida. Visite el jardín botánico una mañana de viernes y quise llorar de tanta belleza y pensé en Paula, que tanta falta me hace. Caminé por los cerros recordando nuestra última visita hace dos años en cada esquina y fue en esa esquina que fotografíe la misma bicicleta colgada de aquella casa, para ti. Comí pescado y porotos granados y bebí pisco sour disfrutando cada cosa que me llevé a la boca agradeciendo de estar allí. Encontré nuevas y viejas personas que me dio gusto ver. Y miré el mar sintiendo como mi oleaje interno necesitaba algo de esa calma. Pasé los días en el puerto tarareando las dos frases que conozco de “la joya del pacífico” y sintiéndome cada vez más sentimental.




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