17.1.13

de la importancia o no, de un desplazamiento cualquiera

caminar se ha convertido en una elección, luego de desplazarme a diario en mi bicicleta. me gusta pensar los desplazamientos. me interesa poner conciencia en ellos. mi gurú espiritual, a comienzos del 2010, me habló de la importancia acerca de esta cuestión de tomar conciencia.

el jodido desplazamiento que cometió la tijera, hace unas horas, sobre mi cabello, me tiene francamente apenada. cuantos desplazamientos viví meciendo aquella tremenda melena oscura. me desplacé furiosa fuera de la peluquería y me monté en mi bicicleta, puse mi capucha negra sobre aquella cabeza que ahora, ya no parecía mía. me desplacé mirando fijamente a los ojos de todos lo que cruzaba. y en la esquina, no esperé que el semáforo se pusiera en rojo. me di cuenta que comenzaba a llover y no quería que mi pelo se secara, fue entonces que dejé que mi pelo al aire nuevamente se mojara. todo sucedió por no estar atenta en el desplazamiento de aquella tijera.

mientras escribo, frente a mi, el reflejo de mi cuerpo existe en mi ventana. mi pelo parece nunca acabar. mi propio reflejo – a exactamente 90 centímetros de mi misma- es oscuro, y solo ilumina levemente mi cara, esta lámpara situada a mi izquierda.

unas semanas atrás la rueda de mi bicicleta me obligó a dejarla durante un día. aquella mañana decidí que solo caminaría sin importar la distancias que tuviese que recorrer. camino al trabajo y por la mismas calles de siempre, me dediqué a mirar a los ojos de todos quienes cruzaba. de vez en cuando también, miré hacia el cielo.

a veces el reflejo te devuelve algo que no quieres ver. a veces los desplazamientos necesitan conciencia. a veces es mejor no preocuparse de lo que con el tiempo, siempre puedes recuperar.