20.4.09

#1_rodrigo vergara_


Tip Top
Lápiz grafito sobre papel. 60X40 cms., 2008.


"Carpinteriando" en la apariencia de la apariencia

Conozco a un handyman. Lo cierto es que llevo años conociéndolo. Entiendo que nada es casual, por lo tanto, es con él, con quien quiero inaugurar esta nueva serie de mi blog.

Vergara es el culpable de que toda la gente que conozco, me llame Barbi. Lo que fue un irrelevante juego universitario, se ha convertido en una de las anécdotas más importante en mi vida. Nada, nuevamente, vuelve a ser casualidad.

En aquellos años nos interesaba -tanto como ahora-, el dibujo, quizás, esa fue una de las razones por la que decidiéramos especializarnos en la técnica del Grabado. Siempre llamó mi atención tu particular uso del color. Yo tenía mi propia teoría al respecto: pensaba que utilizabas las tonalidades pasteles porque eras el más fan de Los Simpson y las tonalidades eran como las de la serie. Que un tipo grandote, macizo y rucio como tú, trabajara con el rosita, el celestito y el amarillito claro fue siempre divertido. Creo recordar que para ti, la elección tenía relación con cierto tipo de arquitectura que te interesaba. Pero a mi me gustaba mi teoría, aún pienso que existía una especie de simular “al cabro chico” que de alguna manera, te pertenecía.

Comprender tu trabajo, es conocerte un tanto a ti. Muchas veces irónico, como aquellos dibujos animados que tanto te gustaban. Toda tu producción artística está acompañada de un inteligente sentido del humor, que haces parecer inocuo, pero que siempre esconde algo detrás. Y esto es algo que, nunca terminarás de develar al completo porque deambulas entre lo real y lo ficticio, jugando con todo aquello que se mueva en el extraño, abyecto y particular mundo de las apariencias. Alguna vez me enviaste un texto donde explicabas tu interés por trabajar con la doble apariencia, pienso que te referías a lo de generar una nueva apariencia a partir de la apariencia ya existente.

Y te sirves de tus anécdotas para generar obra. A diferencia de un hecho real y colectivo, la anécdota es siempre hiper personal y fácilmente manipulable según propios intereses. Me arriesgaré a decir entonces que, es la anécdota la que te permite jugar con las apariencias.

La gorra de béisbol forma parte fundamental de tu obra, porque lo fue también en tu vida, en este sentido destaco lo de tu calvicie prematura, como también tus encuentros y desencuentros, tus maneras de entretejer ciertas historias de tus “ídolos” con ciertas historias del arte contemporáneo y de repensar constantemente tu estatus de artista chileno local en un mundo global.

El proyecto Hoffmann’s House (www.hoffmannshouse.org), que ideaste y llevaste a cabo durante años junto a Cordero, era en apariencia solo una precaria vivienda social fabricada para la gente de escasos recursos en Chile y que ustedes compraron para hacerla funcionar como espacio de exhibición móvil. Lo que sucedió dentro de esas 4 frágiles y baratas paredes y que circuló por distintas plazas públicas del “Gran Santiago”, fue mucho más que una sencilla galería móvil.

La casucha, como cariñosamente la llamábamos, exponía dentro al arte más “contemporáneo” por esos días en Chile, y como una pieza de arte en sí, fue capaz de incidir en una buena cantidad de problemáticas en relación al arte chileno. Recuerdo inmejorables momentos observando como Hoffmann’s crecía con cada intervención y claro está que con ella, ustedes también lo hacían.

Lo de handyman no será casualidad tampoco, y en parte se corresponde a una de mis anécdotas de los últimos días. Imagina tú por donde. Me has llamado bucólica mientras intercambiábamos mails en relación a éste texto y me ha hecho gracia porque me conoces bien. Por lo tanto, para hacerme cargo de tu apreciación diré:

"El trabajo de Vergara hace ver lo evidente de la anécdota para desviarnos del significado verdadero de lo que estamos observando. Se presenta sencilla frente al espectador, pero en realidad exige la lectura del detalle que cobra total relevancia porque es ahí donde nuestro pastor quiere hacer jugar a su rebaño. Intentar “pillar el truco” no es lo importante. Lo realmente significativo para mí es, la capacidad de su trabajo para accionar cuestiones relevantes de carácter muchas veces universal a partir de cuestiones propias, sin un sentido aparente. Es lo que yo llamo en Arte, provocación. Como el cuchillo ensangrentado que me envió -elemento clave en nuestros años universitarios-, y que seguramente forma parte de alguna de sus anécdotas."


De la serie: YO COLABORO
(breves ejercicios en primera persona a partir del trabajo de una segunda persona)

9.4.09

mi joven amigo dj



de la serie: yo pinto
(ejercicios visuales acerca de la relación entre arte y vida)

7.4.09

las posibilidades de generar discurso


Hace tiempo que no leía manifiestos. Este lo he encontrado hace unas semanas atrás. He llegado tarde, la Trienal se inauguró hace ya unos meses. El Manifiesto no devela tantas novedades, ya que en las últimas décadas -de manera muy bestia diré- el arte se ha tornado complejo, porque el mundo se ha vuelto complejo. Sí, viene a recalcar nuevamente que, pensar la práctica artística es una medida “casi urgente” para poder entender de que hablamos cuando hablamos de arte, dejando de lado nuestros criterios de gusto y dando pie a una reflexión más caliente acerca de las especificidades y problemáticas de esta profesión. Una vez más Bourriaud, inventando nuevos términos para pensarla. Esthétique relationnelle y Post Production anteceden a Altermodern. Los dos primeros, han sido desarrollados en formato libro y el último, es el título en torno al cual se desarrolla la última Trienal en la Tate Modern. La dificultad que representa para muchos el arte de nuestros días se debe a que, es necesario conocer las problemáticas que el artista pone en circulación en la producción de su trabajo, y que finalmente se concretan en una única pieza, para poder comenzar a comprenderla. Llevamos décadas en esto, pero el relato historicista lo dejaré para otros. Mi joven amigo dj, amante acérrimo de la música en todas sus expresiones, detesta las Artes Visuales, le aburren. Discutimos acerca de ello, pero lo cierto es que no puede ser sencillo para todos, porque incluso disfrutarlo, requiere del interés en lo que hay detrás de lo que se observa. Como espectador, la inmediatez del placer provocado por una “obra de arte” debiera de ser re-entendida. El Manifiesto me parece pertinaz en la medida en que subraya las premisas con las que trabaja el arte de hoy en día, situándolo en la esfera de lo universal y lo colectivo aunque proveniente de un trabajo personal, individual y singular. En un mundo cada vez más publico, me interesa la intimidad. Y lo que de ficción y de real, en ella hay. Solo una cosa se me ocurre que el Manifiesto a dejado fuera: la capacidad del artista para prestar atención al detalle. Y el detalle es para mi, lo que hace en muchas piezas de arte, la diferencia.
Dejaré lo referente al detalle, para otra ocasión.