7.4.09

las posibilidades de generar discurso


Hace tiempo que no leía manifiestos. Este lo he encontrado hace unas semanas atrás. He llegado tarde, la Trienal se inauguró hace ya unos meses. El Manifiesto no devela tantas novedades, ya que en las últimas décadas -de manera muy bestia diré- el arte se ha tornado complejo, porque el mundo se ha vuelto complejo. Sí, viene a recalcar nuevamente que, pensar la práctica artística es una medida “casi urgente” para poder entender de que hablamos cuando hablamos de arte, dejando de lado nuestros criterios de gusto y dando pie a una reflexión más caliente acerca de las especificidades y problemáticas de esta profesión. Una vez más Bourriaud, inventando nuevos términos para pensarla. Esthétique relationnelle y Post Production anteceden a Altermodern. Los dos primeros, han sido desarrollados en formato libro y el último, es el título en torno al cual se desarrolla la última Trienal en la Tate Modern. La dificultad que representa para muchos el arte de nuestros días se debe a que, es necesario conocer las problemáticas que el artista pone en circulación en la producción de su trabajo, y que finalmente se concretan en una única pieza, para poder comenzar a comprenderla. Llevamos décadas en esto, pero el relato historicista lo dejaré para otros. Mi joven amigo dj, amante acérrimo de la música en todas sus expresiones, detesta las Artes Visuales, le aburren. Discutimos acerca de ello, pero lo cierto es que no puede ser sencillo para todos, porque incluso disfrutarlo, requiere del interés en lo que hay detrás de lo que se observa. Como espectador, la inmediatez del placer provocado por una “obra de arte” debiera de ser re-entendida. El Manifiesto me parece pertinaz en la medida en que subraya las premisas con las que trabaja el arte de hoy en día, situándolo en la esfera de lo universal y lo colectivo aunque proveniente de un trabajo personal, individual y singular. En un mundo cada vez más publico, me interesa la intimidad. Y lo que de ficción y de real, en ella hay. Solo una cosa se me ocurre que el Manifiesto a dejado fuera: la capacidad del artista para prestar atención al detalle. Y el detalle es para mi, lo que hace en muchas piezas de arte, la diferencia.
Dejaré lo referente al detalle, para otra ocasión.

2 comentarios:

jordi colomer dijo...

barbarella,
el individuo y el mundo en general son, fueron y serán complejos siempre.
el manifiesto dejó atrás otras muchas cosas más.
Y LA FATIGA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO: QUE?
Porqué se aburre tu amigo viendo artes visuales???? . seguimos con una copa de vino...hay mucho que decir.
besos

bárbara piffre dijo...

vivan las copas de vino!